Sacerdotes diocesanos FAM
La Congregación de los Hijos del Amor Misericordioso por voluntad de la Madre y en el cumplimiento del propio carisma y de la única misión acoge en su seno, con todos los derechos y deberes, a los Sacerdotes diocesanos que pidan formar parte de esta Familia, sin dejar de pertenecer al Presbiterio de la Diócesis en la que trabajan y están incardinados.
Esta “rama” de los FAM, consiguió su reconocimiento y aprobación del Estatuto por la Jerarquía eclesiástica, el 21 de Septiembre de 1995.
Ellos en concreto, obedecen de manera jurídica, en primer lugar al propio Ordinario de su Diócesis, y en la medida que se lo permiten sus compromisos diocesanos, viven los objetivos de la Congregación observando sus propios Estatutos.
La modalidad de pertenencia radica en el carácter de la “diocesanidad”. Estos Sacerdotes trabajan dentro de la Iglesia particular dependiendo del propio Ordinario, y como consagrados, en la Familia del Amor Misericordioso.
Su ámbito de acción es la Diócesis, asumiendo con responsabilidad las órdenes del propio Obispo, persuadidos de que entre las obras de caridad, la principal para ellos es la unión con el Clero.
Por medio de estos Sacerdotes, la Familia del Amor Misericordioso se inserta en la Iglesia particular. Por lo tanto, vienen a ser la expresión histórica más significativa del compromiso de la Familia en la animación y apoyo del Presbiterio según el Carisma del Amor Misericordioso.
Son evidentes las ventajas que se derivan para casa uno de estos Sacerdotes al encontrar en los FAM su casa y su familia, tanto en sentido espiritual, como en sentido humano. Se sale así, al encuentro del problema de la soledad del Sacerdote, porque los SDFAM se hacen promotores de la fraternidad sacerdotal, de la unión del presbiterio, de la vida común, de la colaboración pastoral con el clero, según las indicaciones de la PO y de la PdV.