Religiosas EAM
Fueron las primeras en ser fundadas en Madrid, la Nochebuena de 1930. Desde el principio, estas Esclavas vivieron con intensidad junto a la Madre la misión de “aprender y esforzarse para dar a conocer el Amor Misericordioso” más con los hechos que con las palabras.
La identidad de esta “rama” la constituyen religiosas EAM que testimonian públicamente su consagración a Dios con toda la vida, viviendo las exigencias de los consejos evangélicos, la vida fraterna en comunidad y la misión, llevando un signo externo (hábito u otro distintivo). El ámbito en el que a lo largo de la historia han desarrollado su misión ha sido salir al encuentro de los más necesitados; todo ello, con verdadero espíritu de sacrificio y abnegación.
Guiadas por la Madre, han abierto casas para acoger toda clase de necesitados: colegios que se caracterizan por un estilo familiar, casas para alojar inmigrantes y peregrinos; hogares para personas deficientes, escuelas;talleres para la preparación profesional de jóvenes; residencias de ancianos; han realizado asistencia a enfermos a domicilio; han colaborado en hospitales, comedores para pobres; en seminarios y en casas del clero… Todo esto porque la Madre estaba convencida de que «los pobres son los intereses más queridos de Jesús y que El ha creado sus Esclavas para que sean custodias de éstos, madres y servidoras, y así debemos esforzarnos para tratarlos como Jesús desea».
Además las EAM, sensibles a toda forma de pobreza, se hacen hermanas y madres de los necesitados, signo visible de la ternura materna del “Buen Jesús”, para que todo hombre descubra y viva su dignidad de hijo de Dios. Jesús ha venido para anunciar el Reino de Dios a los pobres.