Dos Congregaciones, seis “ramas”
Como cualquier familia, también la nuestra se estructura en diferentes modalidades que la enriquecen.
Esta diversidad la ha querido el Señor y es carismática.
Nuestra Familia religiosa se compone de dos Congregaciones, la de las Esaclavas del Amor Misericordioso y la de los Hijos del Amor Misericordioso, con una autonomía interdependiente, en la que “una relación respetuosa, propia de una familia distinguida, entre hermanos y hermanas que se aman en el Señor, constituye una magnífica oportunidad para un mejor desarrollo de la madurez afectiva, para una mayor eficacia apostólica, pues de esta manera es mucho más completo el testimonio, al abarcar los aspectos masculinos y femeninos”. Por lo tanto estamos llamados a ser signo para la Iglesia y para la sociedad.
Esta fraternidad se manifiesta tanto hacia dentro, en la comunidad donde vivimos, como hacia fuera, con el testimonio y el desarrollo de la única misión.
La única Familia y las dos Congregaciones, posteriormente, se van estructurando en seis formas de pertenencia que la Madre Fundadora llamaba “ramas”. Cada una de ellas, compartiendo el mismo carisma, espiritualidad y misión, tiene identidad propia en la modalidad y en el ámbito del testimonio de vida, así como en la complementariedad con las otras “ramas”.